La Revolución Bolivariana (que cuenta con la activa solidaridad de Fidel y del pueblo cubano), atraviesa un periodo decisivo, en medio de un sinnúmero de amenazas foráneas e internas: se ha iniciado la Campaña Admirable, “…oligarcas temblad, viva esta alegría patriótica. Anunciamos que el pueblo está en la calle, las calles son del pueblo y no de la oligarquía.” Uno de sus objetivos consiste en contagiar a cada revolucionario, del espíritu combativo e invencible que caracterizo al padre de la patria en su gesta junto al pueblo en armas, para vencer al poderoso imperio español, desde San José de Cúcuta, cruzando los Andes, hasta su entrada en Caracas, en tan solo 4 meses, fundando entre las cenizas, la segunda República.
Ayer, hace 200 años, fue Bolívar, con el anhelo de patria emancipada e independiente y el ímpetu libertario que lo motivaba a vencer obstáculos y levantarse luego del fracaso (el arte de la victoria se aprende en las derrotas). Bolívar es el paladín latinoamericano. Hoy, Chávez junto al pueblo venezolano, con el Libertador como guía, representan los más altos intereses de los pobres de aquí y de más allá de nuestras fronteras; de Venezuela, Latinoamérica y el mundo. Representa tal vez la única posibilidad de lograr no solo la unidad y la absoluta independencia de los pueblos, sino de salvar la existencia humana en la tierra. La Campaña Admirable liderada por Chávez, no puede conseguir resultados inferiores, la victoria es impostergable y el pueblo debe ser garante de su obtención.
Jorge Eliecer Gaitán, el gran caudillo colombiano, en uno de sus memorables discursos decía: “yo no soy un hombre, soy un pueblo”. Aquel hombre, que quebrantaba el orden burgués bipartidista, personificaba la masa popular y la única posibilidad de solución a sus problemas. El Comandante Chávez, al dar inicio a la Campaña Admirable, el 23 de enero, tomando las palabras del inmenso Gaitán dijo: "Exijo lealtad absoluta a mi liderazgo, porque yo no soy Chávez, yo soy el pueblo venezolano".
Tres son los factores que influyen directa y fundamentalmente en el proceso bolivariano: Chávez, el Pueblo venezolano y la Patria. Los dos primeros, forjan el camino para lograr eternizar ese tercer factor que es más que un sentimiento.
Chávez siendo Pueblo, es Patria (cuatro párrafos subjetivos)
El ser humano que levanto a toda una nación la madrugada del 4F, el hombre que vio toda una nación expectante en la televisión hablando con la mirada y corroborando con sus palabras los hechos, asumiendo la responsabilidad de los mismos con sus ojos ardientes, en interminables segundos dijo lo que la mayoría del pueblo había callado por temor a represalias y sembró en nuestras almas la convicción de la Patria nueva: La Patria Socialista. Hablaba en aquel momento el pueblo, el hombre en ese instantes se volvió Pueblo, el hombre era la nación que callada había soportado una muy pesada carga.
Luego continuo hablando, continuo enseñando desde la cárcel, forjando conciencia e hizo la promesa de trabajar por la refundación de la Patria. Chávez desde ese día no ha dejado de hablar, de formar y de comunicar a su Pueblo. Luego, al asumir la presidencia y cumple la promesa: Constituyente, y crece la conciencia de Patria, cada año, cada día una nueva batalla, una batalla por dentro y por fuera, un ser humano, un hombre que dejo de ser uno y se convirtió en millones. Nuestro Comandante se ha consagrado al servicio del Pueblo. Los venezolanos que se le oponen aun no encuentran ese camino del Pueblo. Tal vez nunca lo encontraran pues tampoco han encontrado el camino de la Patria. Consientes o no, su odio por ese hombre los coloca más lejos del Pueblo venezolano.
Quienes creen en la Patria nueva, solo tienen que seguir el ejemplo de este hombre y estarán cada día más cerca del Pueblo. Así, compartiremos ese amor que mutuamente se procesan, ese amor que todos los días se devuelven el hombre y el Pueblo.
Por eso el Pueblo se expresa libremente, reclama, denuncia, propone. Corresponde entonces, escuchar, apoyar y sobre todo, convertirnos en Pueblo.
¿El pueblo y Chávez?
Si, las razones son históricas:
El pueblo salió el 27 de Febrero de 1987 y Chávez el 4 de Febrero de 1992 para enfrentar al mismo enemigo, el capitalismo. Se quedaron en la calle, se encontraron y ahora se entienden de manera increíble, cuando no hay intermediarios.
Chávez entendió que el pueblo quería estudiar, trabajar, tener salud, saciar el hambre, tener hogar, que se le reconociera y dignificara. También entendió que el pueblo llano: amaba a Simón Bolívar, El Libertador, le gusta ser independiente y soberano.
Chávez burlo el estado burgués con las misiones y vemos resultados exitosos inocultables.
El pueblo internalizo a Chávez y lo ha acompañado en las cosas trascendentales y en los momentos estelares: Las elecciones de 1998 para desalojar los adecos de Miraflores, los referendos de 1999 para la Constitución de la Democracia Participativa, la Relegitimación del 2000, el Contragolpe del 13 de Abril del 2002 para restituir la Democracia y al Presidente, la Derrota del Paro Petrolero y las guarimbas en el 2003, la Gran Victoria del NO en el referendo Presidencial 2004 que ratifico su permanencia en la presidencia, la elecciones presidenciales del 2006 donde lo reelegimos, la gran victoria del PSUV en las elecciones regionales donde se mantuvo la mayoría. La derrota proporcionada a la contrarrevolución el 15F del 2009 por la enmienda constitucional. También el pueblo ha salido a toda prisa a crear círculos bolivarianos, comités de tierra urbana, consejos comunales, cooperativas, UBE, batallones, comunas, solo con la palabra empeñada del Comandante.
Está claro, existe la unidad perfecta Pueblo-Chávez. Esta conexión es la garantía de construcción de la patria socialista. Chávez y el Pueblo son la Patria
Equipo de investigación
Frente Francisco de Miranda
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